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miércoles, 20 de junio de 2018

¿Cómo vamos los maestros con Duque?


¿Cómo vamos los maestros con Duque?



Los maestros al igual que la inmensa mayoría de los colombianos han marcado por ahora su designio para estos cuatro años, porque hay que decirlo claramente, el poder ejecutivo y legislativo estará en manos del uribismo y el judicial está atrapado en los múltiples casos de corrupción e impunidad, la justicia no tiene la reserva moral para plantarse y defender el Estado Social de Derecho.



La oposición, el peso y contra peso al gobierno de Uribe – Duque en estos cuatro años no será posible desde el Congreso y la justicia, solo será a través de la movilización social en la calle y Gustavo Petro quien es el líder natural y elegido por el pueblo el pasado 17 de junio, deberá marcar el derrotero; atrás quedaron como líderes de la oposición los dirigentes neutrales cuyos votos en buena medida terminaron en la segunda vuelta en el centro, pero en el centro democrático. Me temo que las aspiraciones puntuales de los gremios como el magisterio no van a estar primordialmente en la agenda nacional,  pues los temas centrales que ocuparan el tiempo, que requerirán creatividad y que consumirán las energías  será  el acuerdo de paz, la defensa de la institucionalidad, la proclama por vivir y llegar el 07 de agosto de 2022 aún con ilusiones;  las peticiones serán más generales  y abarcadoras de los más amplios consensos del movimiento popular, sindical,  indígena, estudiantil, intelectual, animalista, ambientalista,  sectores democráticos, mujeres, jóvenes, LGTI,  entre otros, porque lo que está en juego será la supervivencia de la oposición democrática, es decir de los que no fuimos ni quisimos estar incluidos en el proyecto del uribismo.



FECODE al igual que un buen número de dirigentes sindicales, llegaron al plebiscito por la paz para la toma de la foto,  y a la elección presidencial algunos decidieron llegar públicamente de forma  tardía que casi nadie se enteró, FECODE como bastión de luchas ha estado ausente en los últimos años de las grandes discusiones nacionales que podrían haber abierto a Colombia a un escenario civilizador no solo para nosotros, sino como referente para América Latina. Este año habrá elecciones para FECODE y la CUT y debe de haber no solo un cambio generacional sino de propuesta política que piense en términos de país y no solo de gremio.



La inmensa mayoría de los colombianos se decidió por el continuismo, la gavilla, la corrupción, la clientela, la politiquería, muchos de los que están ahí están investigados y condenados inclusive por crímenes de lesa humanidad y una parte del pueblo prefirió condenar al guerrillero que se acogió a un proceso de paz y que resolvió sus asuntos dentro de la institucionalidad. El delito político es castigado con severidad mientras que el de lesa humanidad y el delito común cometido desde o a nombre del Estado son vistos con benevolencia, ¿Será ignorancia? y/o ¿es un pueblo cuyos estándares morales son bastante básicos o bajos?



El presidente electo en el discurso de ganador dijo que mantendría firme la regla fiscal (sostenibilidad), ésto indica que el estatuto docente único se esfuma por ahora y que los maestros del 12 se verán abocados a presentar evaluaciones cada dos o tres años, a presentar video, encuestas de estudiantes, padres y pares y el anhelo de ascender con formación académica, experiencia y producción intelectual  que contempla FECODE debe de esperar; en igual sentido la reforma al sistema general de participaciones que eliminó el situado fiscal y que representó una pérdida para los departamentos y municipios en recursos cercanos a los 90 billones de pesos, se hará  para profundizar el ahorro,  pues el presidente Duque planteará una reforma fiscal para buscar un disminución del gasto del Estado… serán tiempos de austeridad y represión para los de abajo.



Sin la Colombia Humana se  pierde la posibilidad de haber tenido en el Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio tres representantes del gobierno que podrían haber sido de los afectos de los maestros (Ministerio de Educación, Hacienda y Trabajo) y dos de FECODE, suficiente  para   haber obligado a los prestadores de salud  a brindar un buen servicio, pero a la vez para plantear y  realizar la reforma estructural que requiere el régimen especial de salud de los maestros, el cual acusa hoy los mismos vicios de la ley 100; podría haber sido tiempos para una reglamentación participativa del sistema de seguridad y salud en el trabajo que ordenó el Tribunal Administrativo del Quindío gracias a la acción de cumplimiento que interpuso la veeduría ciudadana “Equipo docente en salud”;  igualmente  iniciarse en serio el saneamiento del FOMAG para que el pago de las cesantías, pensiones y demás prestaciones se hiciera oportunamente, haber puesto por fin a la Fiduciaria la Previsora en su sitio,  pues ha sido responsable de parte de la crisis de salud por falta de auditoria y una Superintendencia de Salud que hubiera vigilado el régimen del magisterio; con Duque esto no será posible. La dirigencia sindical de FECODE y de muchos sindicatos regionales no entendieron lo que se jugaba y fueron inferiores a los anhelos del magisterio, una vez más se presentó el divorcio entre lo que es nuestra vida diaria y como se estructura o se hace la política.



No todo está perdido, hay que recomponer fuerzas, pero no será suficiente solo con los maestros, se requiere unos consensos más amplios, los toman los dirigentes o los maestros de base deberán hacerlo; el marasmo, la indecisión y los cálculos nos están alejando de las transformaciones reales que requieren los maestros y la sociedad colombiana.



Armenia, junio 19 de 2018



HECTOR ELIAS LEAL ARANGO

MAESTROS UNITARIOS E ISEGORIA QUINDÍO

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